
Que quisiera más en este momento que aferrarte a mis brazos por siempre, arrancar todos esos fantasmas que intentan profanar nuestra felicidad, estar yo en tu lugar, recibiendo todas estas flechas del destino. Te miro todo el tiempo, tu risa es el bálsamo de mi alma, que se dedica sólo a cobijarte con mi infinito amor.
Esta vez no preguntaré porque, tampoco me recignaré, eres lo que más amo en esta vida, mi niño con corazón de cristal, con ojos de angel y cuerpo de hombre; que bello estas! que fuerte te has vuelto, que orgullo ser parte de ti y que tu seas parte de mi. Más allá de los lazos obvios hemos trazado los verdaderos, aquellos que nacen de lo divino y al forjarze jamás mueren , se fortalecen con el paso del tiempo y las dificultades.
Nuevamente rogaré, ahora por tu bien, por tu salud, por tu felicidad.....por ti. Ambos sabemos que no podemos vivir uno sin el otro y te voy a extrañar aunque sean unas horas, minutos, días, me da lo mismo, nos haremos falta y sabremos, al mismo tiempo, que estamos ahi incorporeamente, nos valdremos de nuestros lazos para nunca sentirnos solos y siempre amados.
Ahora tengo un poco de miedo, sé que pasará, antes que todo tengo fé de que todo saldrá bien, eres demasiado importante, estas rodeado de mucho amor, incluso el de mi inconcluso corazón.