
Lo dices con todo tu querer, aunque suena a reproche:- ¿Tengo yo la culpa de eso?
te miro a los ojos y respondo: -no!-
Sigues:- Tú siempre dices que es parte de lo que ya no quieres para ti-
Sonrío, porque adoro que me entiendas, respondo:- Lo digo y lo mantengo-
Viene la etapa del enojo-¡¿Y cual es la idea....que acaso no te puede ver tranquila?!
Veo salir tanta preocupación de tu mirada que simplemente respondo: No me puede ver y con eso me quedo tranquila.
Respiras profundamente, como intentando sacarte un peso de encima, pones tu mano sobre mi rostro, acaricias mi pelo : -Ya filo, lo importante es que estas tranquila-
Vuelvo a sonreír :-En realidad nunca estuve inquieta, pero no puedo decir lo mismo de ti y lo importante no es que estoy tranquila, lo importante ahora es que estas conmigo-
Levantas una ceja :-No te creo-
Yo levanto una ceja:-No me importa.....mira todo el tiempo que hemos perdido, cuando sólo te pedí un abrazo-.